Art Omi es una organización sin fines de lucro ubicada en Ghent, Nueva York que trabaja para crear un espacio para la comunidad artística. Dicha organización está enfocada en proveer a los arquitectos un espacio para experimentar desde otras perspectivas mientras habitan sus instalaciones, esta visión nace de la ausencia de programas de residencia en arquitectura en los Estados Unidos y este espacio está diseñado por arquitectos para arquitectos.
El programa de arquitectura de Art Omi, busca interactuar con otros programas y disciplinas de forma integral y se estructura con cuatro pilares que son: los campos de arquitectura con sesenta acres donde se despliegan y experimentan pabellones e instalaciones diseñados por arquitectos; el segundo es una serie curada de exhibiciones interiores en el Benenson Center; posteriormente, un evento anual programado fuera del campus, en Manhattan, que busca vincular la teoría y la práctica y finalmente, la nueva y más reciente incorporación que es la residencia.
Cada año arquitectos de ocho distintos países aplican para participar en este programa, las propuestas son evaluadas por un jurado que califica bajo los siguientes criterios: excelencia sostenida en sus respectivas áreas de práctica, diversidad geográfica e internacional y finalmente, el potencial de evolucionar en su trabajo después de la residencia. Sigue leyendo para conocer las propuestas de arquitectas y arquitectos latinoamericanos que han tenido la oportunidad de residir en el programa de Art Omi.
Doel Fresse, 2018, Puerto Rico
Mi tiempo en Omi Arts fue un período de concentración en mi trabajo y de vinculación con otros talentosos arquitectos. Felicito a Warren, Ruth y otras personas increíbles que mantienen el programa en marcha por su entusiasmo, presencia, calidez y generosidad. Todos los miembros del personal y críticos invitados fueron accesibles y súper agradables. La residencia era el equilibrio perfecto entre informal y profesional. La calidad del trabajo producido allí es inspiradora y recomiendo la residencia a cualquiera que busque escaparse a un encantador centro rural rodeado de arte y naturaleza.
Éric Omar Camarena, 2017, Mexico
Como probablemente lo hagan la mayoría de los becarios de Arquitectura Omi, practico mi disciplina en la academia; mis días giran sobre estudios de diseño y seminarios de historia y teoría. Esta condición sienta las bases para una consideración moderada sobre las minucias de cómo está habitado nuestro mundo. Alternativamente, a menudo estoy maravillado por mi residencia. Las actividades involucradas en y alrededor de mi experiencia Omi significan la construcción de un puente práctico entre ambas partes de mi vida, entre servicio y testimonio. Cruzar este puente de un lado a otro, un trabajo en progreso paciente, se siente como lo que implica: como flotar sobre el agua mediante actos discretos de volición.
Jesús Lopez, 2018, Mexico
La arquitectura lleva tiempo y los arquitectos deben mirar su trabajo con un nuevo punto de vista de vez en cuando, tomarse un descanso de la rutina y crear un espacio para respirar lejos de la profesión.
Ser parte de Art Omi: Architecture 2018 me dio la oportunidad de trabajar en ese proyecto específico, aquel sin cliente, aquel que no había tenido la oportunidad de desarrollar o incluso de comenzar. Art OMI a través del programa Architecture OMI me apoyó para trabajar en un campus increíble con una gran atmósfera. Reunió a un increíble grupo de personas que me trataron exactamente de la misma manera que yo necesitaba ser creativo y permitirme trabajar en mi proyecto. No hay mejor manera de describir la experiencia, ser parte del programa es un regalo increíble para tu carrera. Los arquitectos necesitan más de estas residencias para impulsar la profesión de maneras diferentes e inesperadas.
Mitsue Kido, 2018, Chile / Japan
Cuando vi la convocatoria para una residencia de arquitectura no dudé en postular. Programas de este tipo para arquitectos son poco frecuentes a diferencia de los de arte, música y escritura. La arquitectura desde siempre ha sido una disciplina muy variada que puede tomar distintos matices. El enfoque artístico de la arquitecto al menos en mí país (Chile) no tiene un campo de desarrollo por lo que se sitúa en un espacio intermedio entre al arte y diseño donde muchas veces quedamos fuera. Ser parte de la residencia de Art omi y poder desarrollar un proyecto de arquitectura con un enfoque y en un entorno artístico sin duda ha sido una experiencia muy gratificante de poder desarrollar.
Tanto para los Norte américos y aún más para los extranjeros, la situación de sacarnos de nuestro contexto para convivir en las instalaciones de art omi y entrar en una rutina distinta genera un estado de observación y creación muy provechoso. El convivir con profesionales de primer nivel de todas partes del mundo al mismo tiempo va complementando el programa de una forma más humanitaria que nos permite comparar las situaciones profesionales entre nuestros respectivos países y generar un vinculo tanto profesional como de amistad. Otra instancia de convivencia e intercambio es el que pudimos establecer con los invitados en un contexto muy tranquilo e intimo que se da en la casa entre las cenas que permite un intercambio y dialogo más profundo que un acercamiento académico por ejemplo.
El resultado de la propuesta está en cada residente, es un encargo libre donde cada uno puede desarrollarlo según sus intereses propios. Los proyectos fueron muy variados lo que lo hace muy genuino. Los evaluadores de gran calidad con comentarios muy asertivos que abren una puerta a la reflexión y al mismo tiempo una intención de seguir desarrollándolo. Compartir con la comunidad local y exhibir en la galería es un bonito cierre de la experiencia.
Bárbara Barreda, 2018, Chile
El contacto con la naturaleza y el alto estímulo cultural presentado por la residencia Art Omi me permitieron expandir mi creatividad e impulsar mi forma de hacer arquitectura hacia la búsqueda de nuevos resultados formales y espaciales.
Art Omi fomenta la experimentación al ofrecer espacios de inspiración, diálogo, exposición de ideas y crítica abierta. Por otro lado, Art Omi se destaca de la arquitectura con un propósito práctico y utilitario, centrándose en una búsqueda espacial y formal sin prejuicios.
Experimentar Art Omi fue un gran estímulo cultural que indudablemente nutrió mi proceso creativo. Su ubicación (campo a 2.5 horas de NY), me permitió dejar mi contexto habitual de creación chilena para generar trabajo a partir de una relación directa con la naturaleza. El desmarque de las obligaciones diarias, la rutina y la ciudad, me permitió enfrentar el trabajo desde otro estado emocional. Por otro lado, el vínculo con las obras del campus indudablemente fue una fuente de inspiración fresca y estimulante.
El contexto multicultural y diverso de Art Omi me permitió dar una perspectiva más amplia y global a mi trabajo, ofreciendo nuevas reflexiones y preguntas. Por otro lado, presentar y debatir mi trabajo frente a curadores, agentes culturales y críticos de arquitectura internacional de excelencia, incorporó nuevos conceptos y desafíos a mi trabajo. Además, Art Omi me brindó la posibilidad de ampliar el mundo arquitectónico y artístico en el que me encuentro actualmente, generando nuevos enlaces profesionales internacionales.